
En el momento en que algo se plasma por escrito adquiere verdadero valor, y si se publica en forma de corpus o diccionario eso son palabras mayores...
La RSC ya tiene su propio diccionario y lo ha editado la editorial LID. Ninguna prueba mejor para afirmar su instalación definitiva en la estructura corporativa y en las políticas empresariales.
El ser humano en su afán por acapararlo todo ha ido constantemente clasificando, ordenando y compendiando el conocimiento. Casi desde la invención de la escritura se tiene constancia de este tipo de prácticas epistemológicas. Desde listados de faraones egipcios, tratados de agricultura romanos, corpus de leyes medievales... hasta llegar a los diccidonarios o enciclopedias que florecieron al calor de las escuelas y universidades europeas de los siglos XVII y XVIII. Entre ellos el primer diccionario de la lengua castellana, el conocido como "Tesoro de la lengua castellana o española" publicado en 1611 por Sebastián de Covarrubias que había estudiado gramática en la famosa Universidad de Salamanca.

Más tarde se publicaba en Francia l`Enciclopèdie, encargada por Le Breton a Diderot y D´Alambert en 1747. Para ello se basaron en el árbol de los conocimientos humanos de Francis Bacon (1561-1626), un gran impulsor del método científico de conocimiento, a la vez relacionado con René Descartes (1596-1650) que profundizará en su "Discurso del método". Tenemos mucho que agradecerle a Descartes, pues como padre de la ciencia moderna, formuló lo esencial del racionalismo occidental y la relación de la filosofía con las ciencias puras (matemáticas, geografía, física...). Lo interesante de Decartes es el planteamiento de la duda metódica, para llegar a conseguir el verdadero conocimiento:"no admitir jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con evidencia que así era".
Una vez más aprendemos de la historia, de los grandes pensadores universales y volvemos al presente a plantearnos preguntas. Si Descartes viviera hoy día (salvando las distancias), ¿qué nos podría decir a través de su planteamiento sobre el proceso de la RSC? Algunos pensaréis que es algo absurdo, que es rizar el rizo, pero a lo que voy es a que seguramente Descartes nos diría que dudáramos, que la duda es el origen del verdadero conocimiento.
No significa que llevemos esto al extremo de desconfiar de todo y de todos, sino que puede ser metodológicamente positivo para desarrollar ciertas impresiones de aspectos como el de la RSC. Escribir y publicar es siempre bueno, pero no todo que se escribe o publica es bueno. En este caso pensamos que el esfuerzo ha dado sus frutos y que debe ser un diccionario de referencia al menos para los gestores de la RSC, aunque no por ello debamos de dejar de ser críticos con ellos y actualizarlos costantemente. Todos los conceptos evolucionan con el tiempo, se amplían en sus aplicaciones, cambia la semántica... y muy probablemente estos conceptos vayan evolucionando a la vez que su aplicación.
Terminando de nuevo con Descartes evocamos a su "cogito ergo sum" para constatar la evidencia del desarrollo de un proceso que aunque está aún en pañales, ahora si que no tenemos duda de que es ya una realidad.

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