LA IMPORTANCIA DE APLICAR POLÍTICAS DE RSC EN LAS PYMES

Los últimos informes de la Dirección General de Empresas de la Comisión Europea inciden en la necesidad de implementar políticas de RSC en las PYMES debido no sólo a la insuficiencia de políticas de sostenibilidad en el actual sistema productivo, sino también por exigencias propias del mercado y el consumidor. En España, según el Directorio Central de Empresas (DIRCE), a 1 de enro de 2010 había 3.283.495 PYME (empresas comprendidas entre 0 y 249 asalariados). Es decir, el 99,88 por ciento de las 3.287.249 empresas que conforman el censo, excluida la agricultura y la pesca. En España hay en al actualidad 7,0 PYME por cada 100 habitantes, y por cada kilómetro cuadrado hay 6,6 empresas.

Con estos datos, ni que decir tiene que el impacto de las PYMES en la sociedad en todos los sentidos es mucho mayor que las grandes empresas, y por ende lo que pueda derivar de las políticas de RSC de las PYMES. Por sus propias características las PYMES tienen una gran capacidad de acción directa y social en el entorno en el que estén establecidas. Este tipo de empresas aúnan una serie de características que, a nuestro entender, hacen más viable y efectivas las acciones en materia de RSC. Por ejemplo mantienen su actividad económica y comercial en un entorno próximo con conocimiento de sus stakeholders, y por tanto conocen las necesidades de estos.

En general, estas empresas sostienen una mayor competencia (a diferencia de grandes empresas monopolistas) y necesitan de alguna forma crear una identidad propia, diferenciarse del resto y el elemento de RSC es clave en todo este proceso. De hecho muchas de estas pequeñas y medianas empresas ya llevan a cabo acciones relacionadas con la RSC, el problema es que la información que les llega procede de lo que se está haciendo en las grandes empresas multinacionales, al ser un elemento empresarial relativamente novedoso no conocen muy bien qué es, y la mentalidad en determinados niveles corporativos es conservadora. Algunas soluciones pasarían por aportar más información y desde las oficinas de comercio, escuelas de empresa, administraciones públicas, etc., deben fomentar las políticas de RSC para las PYMES y sobre todo administradles información y asesoramiento.